Telón

Telón, telón, telón,

abre la víscera de la oscuridad,

hazle una hendidura profunda al silencio.

Pesado, pesado es el pasado;

abre tus músculos

y deja ver la entraña de la luz

porque expectante estoy,

espectro en la butaca.

Telón, telón, telón,

marca la primavera y el invierno

y la primera vez y la tercera.

Suena en la noche artificial

-chuic, chuic-, arrastra tus cadenas,

fantasma lento de mis años mozos,

ábrete Sésamo en la herida del tiempo.

Telón, telón, telón,

mientras tú corres

las ciudades se cambian de lugar,

las épocas resurgen de su tumba de nieve.

Tumba que tumba, telón,

mi ansiedad en la sombra,

mi miedo en el umbral.

 

Poco a poco revela, poco a poco,

poco a poco descubre, poco a poco,

pliegue a pliegue la tela, poco a poco,

paso a paso te sigo, te presiento,

el ánimo turbado, la sed en la mirada,

la tensión en los huesos: qué hay, qué hay,

qué hay atrás, atrás, del otro lado.

¿Qué hay , qué hay en el rincón del bosque,

en la cama del muerto?

¿Qué ruidos son los de la habitación contigua?

Dicta el inicio y el final y la sentencia,

Ciérrate a golpe de manecillas tercas,

tapa el pozo después del niño ahogado.

Di que ya, FINAL, se terminó;

nunca más, nada nunca, ya.

 

Cayó, cayó el telón, calló,

como el goteo de un suero se suspende.

Cayó, cayó, calló el telón.

Telón, telón, telón.

Talán, talán, talán.



De Obra negra, Editorial Arlequín, 2006